Parte 5: Los Infieles deben morir… y sus secuaces también


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La mente maestra (Parte 2)

 

Tras analizar el pasado de NK Technologies y, más importante aún, sus proyectos futuros, el director de una empresa emergente (pero sólida) manifestó su intención de adquirirla. Por supuesto, esto se hizo tras un proceso de análisis y diseño de un  plan económico-financiero  futuro, a fin de  evaluar en cuantos años el nuevo dueño alcanzaría el punto de equilibro y recuperaría su inversión.       (Lectura sobre infidelidad amarasleer.com)

Aunque la negociación para la compra de una empresa no es un proceso rápido, el caso de NK Technologies fue una clara excepción. En vista de que la empresa estaba en ruinas, el cambio de propietario se hizo de manera rápida y sin complicaciones, pues la balanza obviamente se inclinó en ese momento hacia el más fuerte. Se firmaron los documentos y para alivio de todos sus empleados, la nueva directiva asumió el timón del barco que estaba a punto de naufragar. Después de la transición, cientos de trabajadores se reincorporaron nuevamente a sus puestos de trabajo.

Sin embargo, en vista de que el nuevo propietario no quería que ningún aspecto negativo del pasado fuera arrastrado hasta el presente, cortó todo vínculo  con Estévez, Luisan y Zoira, y despidió a Roxana y Emily. Con respecto a Roxana, el nuevo propietario no reconoció el contrato que ella había firmado para ser la imagen comercial de la marca, pues ese contrato se firmó con los anteriores directivos no con el nuevo titular.    (Lectura sobre infidelidad amarasleer.com) 

—Ya NK Technologies cambió de dueño, veamos lo que le espera en el futuro. Pero Jhonny, aún hay algo que me intriga.

—¿Qué será?

—Juntando algunas piezas ¿no te parece que nos lleva sospechar de la esposa del vice-presidente? –le preguntó el director de investigaciones a su subordinado.

—¿La esposa de Luisan? –preguntó incrédulo.

—Piénsalo bien, ella tiene razones de sobra para arruinar a su marido y a sus amantes  por su infidelidad, más si agregamos lo que escuché.

—¿Qué escuchó?

—Que la modelo de la campaña publicitaria era su amiga, y que además, la esposa de Luisan no se llevaba bien con Estévez.

—Pero ella es una sencilla ama de casa, y según dicen, no sobresale en nada, estaba dedicada a su hogar y a su esposo. Y hasta el mismo Estévez y Luisan la descartaron. Es más, Estévez en forma burlista dijo que ella no tenía capacidad para un plan tan genial y que las pocas agallas que tenía cuando era soltera, se le esfumó al casarse.

—No sé, tengo mis dudas. Siempre he escuchado: una mujer enamorada bajo la influencia de los celos se vuelve vengativa y la más peligrosa del mundo.

—Pero nadie ha podido hablar con ella directamente. Después que anunció su divorcio, desapareció.

—Y eso lo hace aún más sospechoso.

—La razón según parece es que es una persona de salud delicada y toda esta situación afectó su salud emocional. El abogado que la representó cuando la citamos, presentó un informe médico que indicaba su estado de salud precaria, por lo que no podía ser sometida a tensión emocional; incluso usted habló personalmente con el médico.

—Lo sé, pero ¿por qué desapareció tan misteriosamente y hasta los momentos nadie sabe de su paradero? Y el abogado no quiere informar donde está.

—No va a traicionar a su cliente. Incluso, su esposo, bueno, su ex-esposo, insistió que la dejáramos fuera de la investigación.

—A veces del que menos sospechas te da la sorpresa.

—Bueno… al respecto, las veces que hablé con Luisan sobre la posibilidad de que su esposa tuviera alguna relación con lo sucedido, siempre lo negó de manera rotunda, pero… recientemente noté cierta vacilación, muy sutil, pero lo noté. Quizás en estos momentos hasta él mismo tenga ciertas dudas.

— ¿Y del nuevo propietario?

—Nada especial sobre él. Expediente limpio. No tiene nada que lo vincule a algunos de ellos, así que queda descartado un plan de venganza.

—Tampoco podemos asumir la teoría de que llevó a NK Technologies a la ruina para emerger en su lugar, pues en ese caso, después de llevarla a la ruina, no asumiría todas sus deudas, compromisos laborales y fiscales.

—Este caso resultó ser un verdadero acertijo.

—Así es…

En vista de que  Luisan ya no tenía nada que ver con NK Technologies, cuando entró al edificio de oficinas, fue revisado por el personal de seguridad (el mismo personal que meses atrás eran sus subordinados) y tuvo que anotarse en recepción antes de subir al piso donde se encontraba la oficina del nuevo propietario.                  (Lectura sobre infidelidad amarasleer.com)        

Aunque ya había transcurrido seis meses desde el escándalo y las aguas estaban un poco  calmadas, cuando subió al ascensor,  sintió las miradas de curiosidad de algunos y las miradas acusatorias de  otros.

Al llegar a la oficina, la secretaria le indicó que esperara unos minutos, minutos que se convirtieron en 15, 30, 45 minutos, hasta que le indicaron que pasara. Al entrar, vio que la oficina estaba idéntica, sin muchos cambios visibles. El hombre lo recibió cortésmente invitándolo a sentarse.

—Siento haberlo hecho esperar. Pero esto es una verdadera locura. Hay mucho trabajo atrasado y  mucho por hacer. ¿Desea tomar algo?

—No gracias. Vine porque cuando me fui no tuve tiempo de recoger algunos artículos personales  en mi oficina, y usted me dijo que había tenido la amabilidad de guardarlas en una caja. Pasé a recogerla.

—Ah sí –dijo el hombre levantándose de su asiento- Por aquí se la tengo. Es una caja mediana pues mi secretaria consiguió varias cosas suyas al limpiar la oficina.

—Se lo agradezco. Algunas cosas son artículos de colección, libros de lectura y algunos regalos de mi esposa.

—¿Esposa? Escuché decir que estaba divorciado.

—Bueno… sí, aunque no me acostumbro a la idea. Acepté el divorcio porque el informe médico indicaba que no estaba en condiciones emocionales para enfrentarse a una batalla legal y además, no solicitó absolutamente nada, lo que facilitó aún más las cosas. Sencillamente salió de mi vida sin pedir nada a cambio.                                                                

—Muy ventajoso para usted, supongo. No le hubiera quedado nada, si ella reclamara  lo que por derecho le corresponde, ¿no es así?

—Por eso estoy aún más preocupado. No sé cómo estará haciendo para sus gastos y cubrir sus necesidades. Al menos si le hubiera dejado la casa yo estaría más tranquilo. Por eso la estoy buscando.

—¿Por qué? ¿No sabe dónde está?

—No, no tengo idea. Es como si la tierra la hubiese tragado.

—Es desafortunado por todo lo que usted ha pasado y sigue pasando.

—En parte –contestó mientras distraídamente seguía frotando su anular; pero tras un breve silencio, sintió un cambio incómodo en la atmósfera, por lo que alzó la mirada y se encontró con los ojos penetrantes del hombre, mirándolo fijamente.

—Disculpe –preguntó Luisan- ¿nos hemos visto anteriormente?

—Por supuesto, en las reuniones durante el período de negociaciones –contestó el hombre en tono de burla.

—No me refiero a eso… me refiero a antes de eso, a mucho antes. Su cara me resulta familiar, extrañamente familiar. Y aunque no sé cómo explicarlo, siento que usted entiende a lo que me refiero.

El silencio duró unos breves segundos más. Luego, el hombre dijo reflexivamente mientras daba vueltas al bolígrafo que tenía en la mano:

­—Los ojos de una mujer enamorada es una de las siete maravillas del mundo antiguo y del mundo moderno.

—¿Cómo? ¿Qué acaba de decir?-preguntó Luisan abriendo los ojos llenos de asombro.

Pero el hombre como si no fuera con él, levantó la bocina de su teléfono y llamó a su secretaria.

—Acompañe al señor Luisan afuera –ordenó cuando ella entró, y luego dirigiéndose a Luisan le dijo:- ya se acabó su tiempo.

—Espera –dijo Luisan un poco reacio a irse- ¿De dónde escuchó lo que acaba de decir?

El hombre curvó los labios y respondió:

—Tú puedes, eres un hombre inteligente.

En ese momento, Luisan vio cómo se superponía la boca de su esposa, la voz de su esposa y los gestos de su esposa a los del hombre. Ella solía decirle eso, para darle ánimo en momentos que él se estancaba o ante una dificultad: “Tú puedes, eres un hombre inteligente”.

Luisan ahora menos quería marcharse, pero ya dos guardias de seguridad estaban entrando a la oficina. Lo escoltaron amablemente hasta la salida pero sin darle espacio para escabullirse. Ya a las afueras del edificio, el más robusto le dijo: a partir de hoy tiene prohibido la entrada a los pisos superiores.          (Lectura sobre infidelidad amarasleer.com)

—¿Por qué?

—Porque son las órdenes del nuevo propietario.

—Pero si necesito verlo nuevamente.

—Solo previa cita. Así que ahórrese molestias.

Luisan tenía la mente como un hervidero en ese momento. Lleno de preguntas, imágenes, escenas, frases, fragmentos de recuerdos, como múltiples piezas de un rompecabezas. Así que decidió investigar, empezó a buscar pistas y empezó a armar las piezas.

Visitó nuevamente a Zoira, Emily y Roxana. Tras tres meses,  había recabado suficiente información, y cada uno fue clave para descubrir la verdad. Por ejemplo, una pieza clave fue lo que ocurrió con la abuela de Emily. A la señora le dio un ACV pero mientras agonizaba entre la vida y la muerte en un hospital público, una mano amiga enmarcada en una fundación, hizo que la trasladaran a una clínica donde recibió los mejores cuidados, logrando salir de cuidados intensivos. También, recibió sus respectivas terapias por lo que la señora ha ido recuperándose bastante bien.

Y en cuanto a la empresa… cientos de familias serían afectadas al perder sus empleos; pero fue evitable al pasar a ser propiedad de una empresa que asumió todos sus compromisos laborales.

—Ja, ja, ja! ¡ja, ja, ja! –ese día que encajó la última pieza del rompecabezas,  Luisan carcajeó  como un desquiciado en su habitación, entre una mezcla de dolor, tristeza, nostalgia y admiración.

—¡Oh cariño! ¡Fuiste tú!

Se volvió a reír hasta que se le agotó las fuerzas y unas lágrimas rodaron por sus mejillas. Se dio cuenta que cada pista que descubrió, lo llevó a entender mejor la mente de su esposa.

—Solo querías castigar a los culpables, solo a los implicados. No arrastrar a gente inocente, como la abuela de Emily y a los empleados ¿verdad? Por eso interviniste.

Tras un largo suspiro y las gotas derramándose con fluidez por su cara dijo entre murmullo:

—Fuiste tú; siempre tú. Lo hiciste todo tan minucioso, tan perfecto, así como eres tú; pero algo te delató: tu bondad… tu bondad mi querida Anette, la mente maestra detrás de todo. 

Continuará…

Eidly Liz

 

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