Parte 10: Los infieles deben morir… y sus secuaces también

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El día que la encontré (Parte 1)

“Si me fuiste infiel de manera accidental, yo te dejaré de manera intencional”

 

—¡Tienes una hermana!

El rostro cansado, vagamente avergonzado de su padre surgió en su memoria. Su padre en un intento de expiar su conciencia culpable, le hizo esa confesión antes de morir, y su voz, resonaba en su mente una y otra vez. ¿Cómo era posible que se enteró de algo tan importante solo recientemente?

Pasó veinticinco años de su vida siendo hijo único, anhelando lo contrario, anhelando el afecto de hermanos. Sí, y es que los seres humanos siempre deseamos lo que no tenemos. Justin siempre había querido un hermano o hermana para combatir su vasta soledad, pues aunque lo poseía todo (siendo el único heredero de una poderosa familia) la parte afectiva y emocional, distaba mucho de ser ideal.

Con sus padres siempre ocupados con sus trabajos y proyectos personales, se acostumbró a vivir en esa inmensa mansión a solas con su soledad como acompañante, a pelear sus batallas solo, y a ser socialmente distante, aunque desde niño (en su interior) envidiaba a sus compañeros de clases que contaban con hermanos con los cuales jugar, compartir e incluso pelear.

—¡¿Cómo pudiste?! ¿Cómo pudiste abandonarla?

—Al principio no sabía de su existencia, pues fue el producto de un romance que tuve con una doméstica que trabajaba en mi casa. Pero a los dos años de estar casado, ella me contactó y me dijo que había dado a luz a una niña y que ella la había dejado abandonada en el hospital porque no tenía recursos para criarla. Después de investigar la encontré años después. La encontré viviendo en un orfanato y creciendo maravillosamente

—¿Creciendo maravillosamente? ¿En un orfanato? ¿Te estás burlando de mí?

—Ella no es una chica común. Es una chica muy, muy inteligente, analítica y perceptiva. Destaca en todo lo que hace. Es excepcional, digna de mi sangre

—¿Por qué? ¿Por qué no la llevaste a casa cuando la encontraste?

—Porque tu madre no lo permitió. Amenazó con el divorcio si yo lo hacía. Y como sabes, el matrimonio con tu madre es más una sociedad, un contrato entre dos familias poderosas, no es un matrimonio por amor. No convenía renunciar a tanto

—Claro, el sucio dinero e intereses económicos por encima de todo

—Pero estuve entre sombras pendiente de ella. Le di grandes recursos al orfanato donde ella estaba y mejoré mucho el sistema de vida de los niños que estaban allí, y gracias al sistema de becas que realicé a favor de ese orfanato, ella logró ingresar a una de las mejores universidades del país

—¿Y con ese acallaste tu conciencia? ¿Crees que con eso cumpliste con todos tus deberes como padre? ¿Con eso te liberaste de la culpa que te encadenan a tu pasado?

—Si te confieso todo en este momento es porque no me queda mucho tiempo de vida. Sé que con este cáncer puedo morir en cualquier momento… mis días están contados. Su madre murió hace muchos años y aunque actualmente está casada, no conoce a su familia. Eres su única familia. Te confieso todo esto por si deseas apoyarla entre sombras o si deseas establecer una relación con ella. Es tu elección

—No pienso permanecer entre sombras. Ella es mi hermana, la única que tengo. Deseo que sea parte activa de mi vida

A la semana de esta conversación su padre murió. Justin esperó pacientemente todos los trámites de la herencia, pues necesitaba poder que lo respaldara, para realizar lo que tenía en mente. Quince días después Justin tenía todo listo para buscar a su hermana y hacerla también heredera de la familia.

—¡No acepto! ¡Hacer de esa mujer parte de tu vida y de esta familia! ¡Hacer pública su existencia! ¡Esa cosa insignificante!

—Esa cosa insignificante es mi hermana madre, y no estoy pidiendo tu permiso. Te estoy informando

—¿Ya calculaste las consecuencias de esta decisión? Eso manchará la reputación de esta familia y mi honor. ¡Todos se enterarán que tu padre tuvo una hija ilegítima!

—¿Y? ¿Deseas que siga arrastrando con los errores del pasado? Si es ilegítima es porque nunca permitiste su reconocimiento. Yo deseo no solo conocer a mi hermana, sino también que forme parte de mi familia, de esta familia

—¡Sé que ahora eres el heredero de todo y tienes poder para hacer lo que quieras, pero piensa en los intereses de nuestra familia!

—Ya no hay vuelta atrás. Toda la vida deseé tener un hermano o una hermana y ahora que la tengo no pienso abandonarla. La única condición que me haría quizás cambiar de parecer, es que estuvieras esperando el nacimiento de uno. ¿O acaso piensas darme un hermano a estas alturas de la vida?

Justin miró a su madre de manera desdeñosa, pues lo que dijo fue para provocarla; por ninguna razón pensaba soltar la mano de su hermana. Luego con una sonrisa triunfal agregó:

—Eso mismo pensé. No hay más de que hablar. La decisión está tomada

Desde ese momento Justin buscó conocer más sobre su hermana. Toda la información que recaudó la hizo quererla más, admirarla y anhelar crear vínculos con ella. Además de que se parecía irrefutablemente a su padre, su hermana era una mujer extraordinaria que había logrado salir adelante y triunfar con los pocos recursos que le había tocado en la vida, a diferencia de él que lo había tenido todo.   Series románticas por amarasleer.com

Sin embargo, para el momento que empezó a tener información sobre su hermana, se dio cuenta que quizás estaba por pasar uno de los peores momentos de su vida, pues su esposo le estaba siendo infiel.

La tarde que decidió presentarse en su casa y conocerla, la divisó sentada en un parque cerca. Estaba bañada por la luz radiante del sol, pero cuando se acercó y divisó su rostro lleno de lágrimas, entendió perfectamente que, en ese momento, ella estaba envuelta por la más tenebrosa oscuridad.

Paradójicamente, el mundo no tiene ningún interés en la desgracia de una persona. El mundo sigue girando, las horas siguen pasando y el tiempo sigue fluyendo. Esa mañana el sol estaba radiante y llenaba de energía primaveral todo lo que tocaba y todo seguía siendo cruelmente hermoso: el canto de los pájaros, las mariposas revoloteando como flores, el  cielo  despejado… ¿cómo puede ser tan cruel un mundo con tanta belleza?

Y extrañamente, ese día de contradicción, Anette le abrió el corazón a un extraño. No se sabe la razón. Si es porque Anette estaba siendo escoltada por la tristeza o si es porque las emociones golpeaban su pecho de forma salvaje, pidiendo salir a torrencial de allí. O era debido a esos hilos invisibles que entretejen a las personas de maneras inexplicables. Anette no tuvo miedo de ese hombre que se acercó y se sentó cuidadosamente a su lado. En ese momento, no se activó su sistema de alarma. Al contrario, sintió calidez al ver su mirada de interés y extrañamente empezó a hablarle.

—¿Sabes? No hace mucho conocí a esa mujer, conocí a su amante. ¿Puedes creer que estuvo en mi casa y charlamos un buen rato? Todavía tenía esperanza en él, todavía tenía esperanza en este matrimonio. Todavía fui cariñosa con él, todavía lo apoyaba, aún le entregaba todos los días mi corazón. Y hoy que me enteré de la buena noticia de que estoy embarazada, de que vamos a tener un hijo, también me enteré de su crueldad, de su menosprecio hacia mí. Hoy me llega este video y estas imágenes, prueba de que pisoteó mi corazón, prueba de su infidelidad

Y con las manos temblorosas le entregó el teléfono a aquel extraño

 

Eidly Liz

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