Parte 9: Los infieles deben morir… y sus secuaces también


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Siguiendo las huellas de Anette (Parte 2)

 

Luisan estaba completamente fuera de sí mientras se dirigía a la casa de Zoira. Es que hace media hora se abalanzó sobre Estévez para estrangularlo, y lo habría hecho con gusto, si no hubiera sido detenido por un amigo de ambos que estaba presente. En su conversación con Estévez, se enteró que el muy cínico le había dado la dirección de su casa a Zoira y la alentó a que lo visitara el día que Luisan no se encontraba, con la pura finalidad de que se topara con Anette. Y no conforme con eso, fue el responsable de mandarle el video a su esposa, en un intento por separarlos.     (Mejores series por amarasleer.com)

—¿Y qué lograste con eso?

—Realmente no pensé que ella utilizaría el video de esa manera para armar tremendo escándalo

—¿Y eso es lo que te importa? ¿El hecho que utilizó el video de esa manera?

—Bueno, yo…

—¿Sabes qué? Te voy a demandar por ello. No me importa si ya estás enfrentando un proceso penal, se te sumará otro. Todo fue ideado por ti, tejiste una red y me entrampaste

—Tú tampoco eres muy inocente

—Sé que no estoy libre de pecados, pero tú… eres un sucio, un corrupto, un ser vil que nunca entenderá lo que significa la palabra “amigo”. Eres un ser totalmente despreciable

La puerta al abrirse cortó sus pensamientos. La mujer de servicio le abrió la puerta y le indicó que tomara asiento, que ya Zoira no tardaba en atenderlo. Estando allí sentado, se dio cuenta que mujeres y alcohol no eran buena combinación si uno quería mantener la sensatez. Pero ya era demasiado tarde. La lección lo aprendió muy tarde.

El día que se involucró con Roxana, el día que pasaron de un simple coqueteo al siguiente nivel, fue en una fiesta que tuvieron para celebrar lo bien que le iba a la compañía. Después que estaba intoxicado de alcohol, fue conducido por Roxana y Estévez a la habitación del hotel donde se hospedaba. Pero Roxana fue quién entró con él para ayudarlo un poco… y lo demás, ya es historia sin retorno.      (Mejores series por amarasleer.com)

—Recibí tu mensaje que querías hablar conmigo -dijo Roxana mientras se sentaba frente a él- decidí atenderte, aunque no debería

—Agradezco que aceptaras recibirme. Seré breve

—Bien, entonces, tú me dirás

—Lo que te dije por mensaje, quería saber hasta qué grado tuviste algo que ver en esa trampa. ¿Sabías lo del video?

—¿Es cierto lo del video? ¿En la habitación había una cámara oculta?

—Sí. ¿Tú la pusiste cuando entraste a la habitación?

—¿Cómo te atreves a preguntarme eso? Te recuerdo lo perjudicada que he resultado con todo ese asunto

—¿Entonces no lo sabías?

—¡No! ¡Y pienso demandarte a ti y Estévez por haberme hecho esto!

—Ya somos dos

—¿Qué?

—En demandar a Estévez. Él puso la cámara, pero quería comprobar tu participación

Se produjo un silencio de un minuto, mientras Roxana evaluabas de forma sigilosa a Luisan. O mejor dicho, los dos tenían la misma mirada de escrutinio

—Estévez es un sucio -dijo ella rompiendo el silencio

—Si no sabías sus intenciones, entonces ¿por qué entraste conmigo a la habitación?

—¿Acaso no lo sabes? ¡Porque me gustas Luisan! Porque los dos coqueteábamos, había un feedback entre nosotros y nunca me dijiste que eras un hombre casado

Luisan bajó la cabeza; sabía que, en eso, ella tenía razón. Alentado por Estévez de que no siguiera siendo un mojigato bajo las faldas de su esposa, empezó a quitarse el anillo de casado cuando estaba en esas reuniones sociales y posteriormente en la oficina. También, no había sido sincero con Zoira. La dejó avanzar sin poner un límite, hasta que las cosas se salieron de control.

—¿Por qué fuiste a mi casa?

—Lo hice porque Estévez me alentó a hacerlo. Soy una mujer que considero que el rol de conquistar no se circunscribe solamente al género masculino. Me gustabas y quería conocerte mejor. Estévez me dio la dirección de tu casa, así que decidí darte una sorpresa

—Pero ese día yo no estaba en casa y Estévez lo sabía

—Pero yo no lo sabía

—Así que conociste a mi esposa

—Sí, charlamos sobre ti de manera muy amigable. Y, por cierto, en ese momento me pareció una mujer muy simpática de trato

—Pero no entiendo, te presentaste, mi esposa te recibió, charlaron sobre mí. ¿Cómo pudo suceder?

—Porque tú esposa o mejor dicho tu ex-esposa, es una mujer muy inteligente y por ello se ha ganado mi admiración. Creo que en el momento que abrió la puerta, pregunté por ti y me escaneó, enseguida supo que era su rival amoroso y lo que yo deseaba

—¿Y cómo pudo hacerte pasar y conversar?

—Porque es una mujer de una inteligencia emocional aterradora. Yo sé que en su lugar, no podría mantenerme tan imperturbable, ponerme mi mejor máscara y conversar tan amenamente con mi rival y de paso, sacarle toda la información que quiero, sin hacérselo notar

Flashback

—¡Hola! Soy Roxana, socia de Luisan. Estévez me dijo que aquí es donde vive él. ¿Se encuentra en casa?

Anette hizo una evaluación a la mujer que estaba parada frente a ella en el momento que abrió la puerta. Estaba vestida de un conjunto color rojo de  saco y short, medias pantis negros y botines altos del mismo color. Labios rojos, un poco de exceso de maquillaje (para su gusto) y perfumada… muy perfumada. Aunque antes no había tenido motivos para dudar de Luisan, en ese momento, con la mujer que tenía al frente, tuvo la intuición de que él la estaba engañando.        (Mejores series por amarasleer.com)

—El señor Luisan no se encuentra, pero disculpe mi descortesía. Pase por favor y lo espera en el jardín, pues él no tardará en llegar. No pase por la sala que estoy limpiando, pasemos mejor por aquí que nos conduce directo al jardín

Anette no la invitó a pasar dentro de la casa pues en la pared de la sala estaba colgado un retrato grande de Luisan y ella el día de su boda. Y en la mesa de la sala, varios retratos más pequeños de los dos en diferentes escenarios.

—¿Y usted es…? -preguntó Roxana con cierta suspicacia, al sentirse amenazada de ver una mujer en casa de Luisan

—Soy la señora que limpia

—Pensé que Luisan vivía solo

—Le limpio la casa dos veces a la semana, mientras él aprovecha hacer sus diligencias o de viajar

—¡Ah, okey! -respondió Roxana más aliviada

—Siéntese aquí.  ¿Le traigo algo para tomar?

—Un café por favor

—Ya se lo traigo

Al entrar, Anette aprovechó en escribirle a Luisan

—“¿Amor por dónde vienes?”

—“Ya terminé por aquí, voy retornando a la casa”

—“Necesito que pases por favor por el supermercado y compres algunas cosas, por favor, sí…”

—“Está bien, mándame la lista”

—“Gracias, eres el mejor”

Anette sentía que el corazón le palpitaba tan duro y rápido, que es como si los latidos estuvieran en su cuello. Respiró hondo, pues necesitaba calmarse. Era necesario que se calmara si quería obtener información real sobre lo que estaba sucediendo. Mandó la lista, sirvió el café y se enfrentó a su enemiga, con una suave sonrisa.

—Aquí está su café y algunas galletas -Anette puso una sonrisa brillante

—Gracias. Por cierto, ya que no puedo entrar a la casa, me gustaría saber ciertas cosas de Luisan antes de que él llegue. ¡Parezco una tonta adolescente, pero es que me gusta mucho! Me gustaría saber sus platos favoritos, sus gustos, algunos detallitos que me podrían acercar más a él. Cosas como esas, a lo mejor no sabes mucho o estás ocupada, pero…

—Puedo disponer de unos minutos para la señorita. En lo que respecta a…

Fin del Flashback

—Esos minutos se extendió a una hora de conversación. Como estaba emocionada hablando sobre ti, no me percaté que ella también me sacó mucha información. Supo que yo estaba en planes de conquistarte, que Estévez nos había presentado, que él me había propuesto ser socia de la compañía, de varios encuentros que tuvimos y que nos gustábamos, por lo menos, eso es lo que creía en aquel momento, que yo también te gustaba. Después me tuve que ir cuando me dijo que avisaste que no regresarías ese día

—Calculando el tiempo que me dijiste, ella me pidió que fuera al supermercado a realizar unas compras para tener un margen de tiempo para conversar contigo, justo la hora de conversación que tuvieron. Y, cuando le avisé que venía de regreso, te despachó

—¡WOW! ¡Me quito el sombrero delante de ella!

—¿Y por qué nunca me enteré de esa conversación hasta ahora? ¿Por qué nunca me mencionaste que habías ido a mi casa?

—Porque ella me lo pidió

—¿Cómo?

—Como esos minutos pasaron volando y se convirtió en una hora, ella me dijo que se había atrasado en sus asignaciones e iba inventar una excusa. Así que me pidió que nunca te comentara sobre mi visita para que no te molestaras con ella y la despidieras. Como fue tan amable y gentil conmigo accedí. No me pareció tan importante decirte y además ella me había ayudado mucho

—Anette es única -dijo Luisan con una sonrisa torcida

—Sí, una mujer de alto calibre

Después de conversar un rato más con Roxana y pedirle perdón sinceramente por envolverla en un escándalo, Luisan regresó abatido a su casa, pues se dio cuenta que, si para ese momento hubiera puesto un freno a toda esa situación, no hubiera caído en el abismo.

Ese día Anette lo recibió con calidez. Después de cenar, cuando estaban en la habitación, Anette le preguntó con un leve temblor en su voz, si todo estaba bien entre los dos, si no había nada que él le quisiera decir. Pero él, desviando la pregunta le empezó a hablar de la empresa y de los nuevos proyectos…

No tenía valor, no el valor suficiente para mirarla a los ojos y decirle que había conocido una mujer que le gustaba. Quizás, quizás si lo hubiera hecho, podría ser que viera lágrimas en los ojos de Anette, o a lo mejor no, ira o a lo mejor no, comprensión o a lo mejor no, pero nunca la decepción que vio en sus ojos la mañana antes de él viajar, la mañana de su presentimiento, porque para el momento que Roxana hizo su visita, las cosas no se habían vuelto a un punto sin retorno.        (Mejores series por amarasleer.com)

A la mañana siguiente, visitó a Emily. Allí conoció a la abuela y supo que la señora estuvo 2 meses hospitalizada en una de las mejores clínicas, gracias a la ayuda de una benefactora que destapando las pistas supo que era Anette. Y es que Anette solo quería castigar a los culpables, sin hacer daños colaterales. Es más, ni siquiera se resintió con Emily porque percibió que era una tonta chica víctima de su propia ambición y de las tretas de Estévez y hasta cierto grado de Luisan.

Pero no se pudo decir que le tuvo la misma compasión a Roxana, quien hasta ese momento era su amiga de la infancia y su protegida. Ambas crecieron juntas en un orfanato y ambas lucharon con uñas y dientes para salir adelante. Pero Anette, por su temple, inteligencia emocional y obstinación, logró vencer cada uno de los obstáculos que la vida le puso, arrastrando consigo a Roxana, luchando por ella y protegiéndola. Roxana, más que una amiga, era como su hermana menor, y Anette había hecho todo a su alcance para ayudarla a que también alcanzara sus metas y realizara sus sueños.

Lo último que hizo por ella fue hacer los contactos adecuados para que  participara en el casting en el que quedó seleccionada como modelo para ser la imagen de la marca de NK Technologies. Por eso, al saber de su traición Anette no podía perdonarla, no a ella.

—¡Plaf! ¡Plaf!

Roxana se quedó tambaleando ante la segunda bofetada. Las bofetadas la tomaron totalmente desprevenida.     

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me golpeas?

—Si quiero golpearte ¿tengo que llamar con anticipación, hacer una cita y dejarte elegir el día?

Roxana quedó paralizada ante los ojos llenos de ira de Anette. Nunca la había visto así, al menos no con ella.  Mejores series por amarasleer.com)

—En realidad, no vine aquí para una discusión ni una larga conversación. Considero que cuando un hombre es infiel, es contra él que uno debe arremeter y no contra su amante. Pero tu caso es diferente. Es doloroso saber que invertí mi tiempo, cariño y afecto en un ser ingrato como tú, que no sabes el valor de la lealtad ni de la integridad. Solo necesitaba darte dos buenas cachetadas para romper contigo y cerrar este ciclo. Así que, de hoy en adelante, que cada quién siga por su propio camino. No nos volvamos a cruzar en esta vida. ¡Ah! Si te quedas o no con Luisan, ya es asunto tuyo, no mío.

—En realidad, no quise, no qui..

—Ahórrate tus palabras, es lo mejor en estos casos

Anette la miró y Roxana se sintió disminuida. Siempre tenía esa mirada tan poderosa

—Y así fue su breve visita a mi apartamento. Después no supe más de ella. En realidad… en realidad no quería perder su amistad, pero cuando la veía tan feliz a tu lado, lo bien que le iba en todo, lo inteligente y poderosa que se había vuelto, me oscurecí y me dejé llevar por la envidia… y… lo lamento. Y lo lamento más por ti, porque conociendo a Anette, sé que nunca volverá contigo.

Los ojos de Luisan temblaron al escuchar esa sentencia, que le sonaba a una sentencia de muerte.

—De hecho, cuando le pregunté si hablaría contigo, ella respondió antes de salir por la puerta: “nadie se merece estar con una persona que le hace sentir mal, así que si es un infiel… chao”.                                     

Luisan lo presentía, sabía que eso sería así. Pero quería intentar encontrarla para al menos pedirle perdón.         Mejores series por amarasleer.com)

—Luisan sé que ambos fuimos culpables en herirla. Pero al menos tú, no te des por vencido, debes luchar aunque sea por ese hijo que esperan…

—¿Có-cómo dices?

—¡No lo sabes! -Roxana abrió los ojos al percatarse de la realidad

—¿Anette está embarazada?

—Sí, lo noté ese día de la visita, y cuando le pregunté cómo haría, me respondió: “mi hijo me tendrá a mí y yo a él, y eso nos basta”

—¿Anette está embarazada?

—Sí, a lo sumo como tres meses o cuatro… ¡Claro, por eso no lo sabes! -dijo Roxana como si tuviera una revelación- ¡Es el tiempo en el que ocurrió todo y ella desapareció! Si no fue porque Anette me visitó al apartamento la semana pasada, tampoco me hubiera enterado

Luisan se echó el cabello uno y otra vez para atrás en una especie de tic nervioso y riéndose como loco.    

—¡Un bebé! ¡Mi hijo! ¡Siempre queríamos uno! ¡No puede ser! ¡En qué momento vino a aparecer después de tanto intentarlo! ¿Por qué…?      Mejores series por amarasleer.com)

 

Continuará

Eidly Liz

 

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2 respuestas a «Parte 9: Los infieles deben morir… y sus secuaces también»

  1. Avatar de María de Moreno
    María de Moreno

    Mi querida escritora, gracias por deleitarme con estos personajes, por expresar tan bien sus sentimientos y dolores. Luisan, describe perfectamente lo que nos puede ocurrir gracias a las malas compañías y no tomar en cuenta el voto que hacemos al casarnos de no involucranos ni física ni emocionalmente con otra persona que no sea nuestro cónyuge. Siempre,siempre, se sale perdiendo

    1. Avatar de Eidly
      Eidly

      Gracias por apoyarnos con tus visitas a la página y tus comentarios. Trabajamos con mucho cariño para todos nuestros lectores. Por eso, si deseas que nuestro trabajo llegue a más personas, sé nuestra agencia de publicidad. Agradecemos toda tu colaboración😊

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