Parte 1: Los infieles deben morir… y sus secuaces también

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El principio del fin

Todo estaba preparado para el gran evento. La sala de prensa estaba abarrotado de reporteros, inversores, destacadas figuras del mundo de la tecnología y varios famosos del mundo de la farándula y del deporte. Y es que, la marca NK Technologies había crecido considerablemente (desde sus humildes orígenes tan solo cinco años atrás) hasta convertirse en una de las referencias de la era digital. Pasó de ser una pequeña empresa en el ramo de las telecomunicaciones y tecnología, a una mediana empresa de sólido crecimiento. Este hecho, de crecimiento exitoso, lo situaba en el ojo del huracán, siendo una referencia de admiración para muchos y de envidia para otros.

—Señor, todo está listo para la rueda de prensa –le indicó Emily a su jefe-  están deseosos de ver el lanzamiento del nuevo producto

—Gracias cariño –le respondió él con una sonrisa coqueta– no sé qué haría sin ti

—¡Hummm! Me voy a poner celosa –dijo Zoira quién estaba apareciendo en estos momentos y había visto el feed back entre los dos

—Nada de eso, sabes que solo tengo ojos para ti –le respondió él con ojos destilando miel

—Más te vale; soy una mujer muy posesiva –le dijo mientras le acomodaba la corbata– no me gusta compartir lo mío, ni en el plano comercial ni en el sentimental.

—Eso nunca sucederá –respondió, dándole una leve sonrisa retorcida

Todo estaba listo para el lanzamiento del nuevo producto. Además del producto, todos los presentes (especialmente los inversores extranjeros) estaban a la expectativa de la nueva  campaña publicitaria que lo respaldaba. Y es que uno de los factores del crecimiento de NK Technologies en los últimos años, fueron sus excelentes campañas publicitarias que lograron introducirse en los hogares de las personas de diversas partes. Dichas campañas  habían cautivado y convencido a sus consumidores, posicionando a NK Technologies no como una marca, sino como un aliado.                                                                                            (Serie Infieles amarasleer.com)

Su publicidad tenía esa calidez que llevaba al público a retornar a los valores como familia, hogar y amigos, esos valores que dan sentido a la vida. No eran simples campañas estáticas y agresivamente consumistas. Tenían ese toque familiar.  Ese matiz que tocaba las emociones más profundas del ser humano: una tecnología concebida para mejorar la forma de vida  y dar valor agregado a la misma. ​ Sorprendentemente, eso enganchó a las personas a NK Technologies, creando así una conexión con sus consumidores.

 El presidente dio unas palabras de agradecimiento y pasó a mostrar el video publicitario.

 Al comienzo del anuncio, había una mujer de pie, de unos 25 años, vestida con un abrigo de piel color negro, de una mirada  básica pero impactante: fría, sombría e indiferente. De forma inesperada, una luz circundante se volvió tenue y se convirtió en unas escaleras largas y estrechas. La mujer miró hacia esa área oscura, con su expresión fría y noble; bajó sin dudarlo. Su temperamento era seguro y asertivo. Faltando el último escalón, de repente junto a un tenue fondo musical ,  se escuchó una débil voz diciendo: “mamá”.

La mujer se detuvo y miró a sus pies. Su pie derecho estaba vacío pues el zapato había caído escalones arriba. Se inclinó ligeramente, miró el otro pie y extendió su delgada mano y bajó suavemente el otro zapato. Después de eso se quitó el abrigo negro, tras lo cual se reveló un hermoso vestido blanco acampanado. También, se quitó la peineta que sujetaba su cabello (simbolismo que indicaba el inicio de la transformación de la mujer).                      

Se volvió a escuchar la misma voz y la misma palabra. Ella levantó la cabeza y miró hacia adelante y luego dio un paso y luego otro. Siguió caminando descalza con su largo cabello negro esparcido sobre sus hombros y las comisuras de sus labios decorados con una leve sonrisa, con movimientos elegantes, confiada y hermosa, atrayendo la atención de todos, mientras se desprendía uno a uno de los muchos accesorios que llevaba encima. Luego, levantó la mano y tocó el collar alrededor de su cuello. Movió su mano detrás de su cuello, desató el collar cayendo éste suavemente al suelo. Con eso, indicó que se había levantado la última capa de restricción. Abrió la puerta y miró hacia afuera.

Se encontró con una luz brillante y cálida, que bañaba con su energía un hermoso campo de flores. A su encuentro venía un hermoso pequeñín corriendo.  El rostro de la mujer había sufrido una transformación: ya no era ese rostro pétreo, había calidez, sensibilidad, humanidad. Las lágrimas que parecían condensarse en los ojos de la mujer estaban a punto de caer en el siguiente segundo. Frunció ligeramente el ceño y sus pequeños movimientos hicieron que  el corazón del espectador se contrajera. Luego, se levantó la falda y salió corriendo al encuentro del pequeñín terminando en un efusivo abrazo.

Segundos después, en medio de una Junta Directiva, un ejecutivo  ve  por la pantalla de su móvil a la mujer con el niño en brazos, y su radiante sonrisa. El pequeño dice: “papá” y extiende su dedito índice mientras el hombre de la misma manera extiende el suyo y ambos se conectan. La imagen se congela, mientras una voz cálida dice: “tecnología para ser más humanos”

Un ruidoso aplauso siguió a la finalización del comercial. El presidente  le dio un codazo a su amigo y le dijo: “lo volviste hacer de nuevo, te volviste a lucir con ese comercial. No me arrepiento haberte dejado el área de marketing”.

El vice-presidente curvó ligeramente sus labios en una media sonrisa mientras se frotaba el dedo anular donde normalmente debía estar el anillo de bodas. Y es que cuando estaba nervioso o enfrentaba un nuevo reto, inconscientemente lo hacía, pues hacerlo le transmitía paz. Sí,  la paz, calidez y confianza que solo ella, su esposa, podía darle. Ella era su impulsora, la que gestionaba sus emociones y lo llenaba de vitaminas. De hecho, la mente maestra tras bastidores de todas las buenas ideas para las campañas publicitarias de NK Technologies no era él, sino ella.                                                                                                                                      (Serie Infieles amarasleer.com)

En sus comienzos, cuando solo tenía unos pocos ahorros y un montón de sueños, ella se había encargado de darle forma y fecha a sus sueños, darle su total respaldo, y la seguridad para impulsarlo. Ella era la parte organizativa, diseñadora y creativa. Y sobre todo, tenía una capacidad única de discernir el trasfondo de las cosas, percibir los diferentes matices, conectar con la gente y llegar a captar sus verdaderas emociones y necesidades. Cuando la primera campaña publicitaria fue un éxito, él siguió recurriendo a ella para obtener sus novedosas ideas para las siguientes.

De hecho, el concepto de “tecnología para ser más humanos” fue acuñado por ella. Le aconsejó romper con el cliché de que la tecnología es símbolo de dinero, glamour, fama y poder pues  el mundo comercial estaba saturado de dichos conceptos. Si quería emerger del montón y tener una mejor aceptación en el mercado, le indicó que la publicidad debía hacer un retorno a lo que somos y quiénes somos.

Debía escuchar a las voces emergentes que señalaban los efectos negativos del uso inadecuado de la tecnología en el deterioro de los valores sociales, familiares, en los niños y en la comunicación humana. Ella diseñó toda una estrategia de mercado para conectar la tecnología con esa fragilidad del ser humano. Y contrario a algunos detractores que presagiaban lo contrario, funcionó.

—“Ella ha sido la verdadera genio, la verdadera mente detrás de todo” –musitó él en voz baja

—Después de ver la campaña publicitaria, a continuación veamos las características del nuevo producto y sus diferencias con otras marcas similares, para luego comenzar con la rueda de prensa y la sección de preguntas –señaló el presidente Estévez-  Y en vista que una imagen vale más que mil palabras, disfrutemos de este breve video.

Al igual que cuando se proyectó el video publicitario, las luces se apagaron y todos estaban a la expectativa. Los inversores en particular estaban totalmente enfocados en la información proyectada. Pero de repente se intercaló una imagen que no debió estar allí, no, jamás debió aparecer en ese preciso momento.

—¿No es el vice-presidente besándose con su socia Zoira?

El murmullo de la gente se hizo cada vez mayor y la incomodidad se esparció en el ambiente como pólvora. Zoira quedó paralizada al verse en la gran pantalla en un acto tan privado, expuesta delante de todos los inversores nacionales y extranjeros, los corresponsales, camarógrafos y periodistas presentes.

El vice-presidente que todavía estaba cabizbajo frotando su dedo anular, levantó lentamente la cara cuando percibió un cambio en la atmósfera, para quedar petrificado ante lo que vio.

El primero en lograr reaccionar tras unos breves segundos de shock, fue Estévez su amigo y presidente de la compañía. Se levantó rápidamente y mandó a  quitar el video. Pero mientras daba las instrucciones, se reprodujo la siguiente escena donde estaba el mismo personaje, pero esta vez junto a Emily sentada en sus piernas coqueteando con él en la oficina. Ella con sus dos brazos alrededor del cuello de su jefe y una mano de él puesta en sus piernas.

Zoira miró la pantalla con sentimiento de traición, al confirmar que obviamente había una aventura entre esos dos, mientras Emily agachaba la cabeza como el avestruz.

—¿Qué esperan para retirar el video? –gritó Estévez furioso al personal que estaba a cargo

—Ya avisamos al departamento técnico señor, pero parece que hackearon el sistema

—¿Cómo que hackearon? –Estévez estaba incrédulo y visiblemente alterado- entonces desenchufen, apaguen, hagan algo, ¿acaso son inútiles? ¿Para qué tienen cerebro?

Pero en ese preciso momento se estaba proyectando otra imagen: la del vice-presidente dándose unos besos con la modelo del comercial… fue el fin; el comienzo del debacle. Y, como si de una bomba que estalló se tratara,  la atmósfera del lugar se volvió un caos.

Mientras tanto, en las afueras y  a cierta distancia del edificio donde estaba el circo, una camioneta negra de vidrios ahumados estaba estacionado.                                              (Serie Infieles amarasleer.com)

—Todo está listo señora; ahora todo debe ser un desastre en la sala de prensa

Ella curvó levemente sus labios  mientras instintivamente llevó su mano derecha a su vientre.

—Buen trabajo; vámonos.

Continuará…

Eidly Liz

 

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