¡Tu carrito está actualmente vacío!

Series que enganchan por amarasleer.com
Capítulo XXXI: Serpiente altamente venenosa
(Parte II)
—¡Hola Laly!
—¡Señorita Ámber!
—¡Ah Laly! Parece que le tomó mucho tiempo vestirse y arreglarse, porque está muy glamurosa
(Verdadero significado entre líneas: “invertiste muchas horas en maquillaje para poder conseguir verte así de bien”)
—Gracias por el cumplido; pero en realidad no tanto, pues tenía mucho que hacer. En cambio, la que está de portada de revista eres tú
(Verdadero significado: “no necesito de tanto arreglo, pues soy bonita por naturaleza, en cambio tú…”)
—¿De verdad? Gracias
—Quizás… ¡te llevó tooodo el día arreglarte!
(Significado real: “invertiste tanto tiempo y esfuerzo para conseguir verte así”)
Ámber torció los labios con una media sonrisa. Ni el hablante ni el oyente aceptaron los elogios, pero ambas fingieron hacerlo. Eran rostros que no lucían nada agradecido ni de un lado ni del otro, ni tampoco amistoso, pero ni Laly ni Ámber hicieron nada al respecto por mejorar sus facciones. Era una atmósfera extrañamente tensa.
—Unas pocas horas de arreglo bastaron para lograr esta imagen -dijo Ámber rompiendo la tensa atmósfera- por cierto, no habíamos tenido tiempo de conversar y debido a ello hemos estado rodeadas de malentendidos. Pero espero mantener una relación fluida en el futuro contigo. Por el bien de la sociedad que tengo con Flavio y por nuestros largos años de íntima amistad (enfatizó la palabra íntima)
—Me estoy enterando que hemos estado rodeadas de malentendidos; no me enteré de cuándo, ni dónde, ni por qué
Laly respondió con una sonrisa visiblemente sarcástica cuando señaló la expresión “por qué”. Luego hizo una pequeña pausa en la que las dos tuvieron una guerra de miradas.
—¿En realidad? –preguntó Ámber apartando primero la mirada
—¡Por supuesto! –contestó Laly de manera tranquila. Luego, sacó su mejor cara sonriente. Era la estrategia más adecuada ante quien tenía frente a ella, una persona que trataba de manipular con sus palabras
—De manera…
—De manera que aprovecho para aclarar que no tengo ningún problema con usted señorita Ámber. Pero también aclaro, que soy de las que piensa que para que una relación fluya y pueda seguir funcionando, los involucrados deben ser transparentes. Si un lado comienza a tener ciertos pensamientos turbios, entonces todo se acabará. ¿No lo cree así?
—Opino lo mismo-respondió Ámber con una expresión más parecida a una mueca que una sonrisa
—Eres tan suspicazmente inteligente como había oído-interrumpió el desconocido que en ese momento se había acercado a Ámber y que hasta los momentos se había mantenido al margen
—Gracias por el cumplido. ¿Y usted es…? ¿Y de quién lo ha oído?
—Soy Luke Flores, compañero y amigo de Flavio y el otro socio comercial en el proyecto de la revista
—¡Ah, ok! Encantada de conocerte Luke
—El gusto es mío. Además de hermosa, es inteligente, perfecta combinación. ¿Me permite besar su mano?
—¿Có-cómo dice?
—Es que me gusta ser un caballero a la antigua cuando estoy frente a una dama tan perfecta
A Laly le pareció gracioso lo jovial y ocurrente que era Luke, mientras él se inclinaba cortésmente ante ella. Después de pensarlo brevemente, Laly extendió la mano, pero Luke no alcanzó a tomarlo, pues se superpuso la mano de Flavio por encima de la mano de Laly.
—¿Exactamente qué quieres hacer con la mano de mi esposa?
—¡Ohhh! ¡Ohhh! ¡Amigooo! Desconocía ese lado tuyo
—¡Aléjate de mi esposa!
—“Ese lado altamente posesivo… has sido así antes?” –Luke lo pensó, pero no lo dijo
—¿Pero no nos vas a presentar?
—Laly este bueno para nada se llama Luke; Luke ella es mi esposa Laly Alessia de Stefanelli
—¡Enfatizaste mucho el apellido, pareces un verdadero macho alfa!
—Retírate
—Pero…
—Inmediatamente
—Seguiremos conversando en otra ocasión dama her…
No terminó de hablar. Flavio ya lo había tomado por la espalda y lo estaba empujando hacia la parte trasera del jardín. Laly miró complacida la escena; jamás había visto a Flavio perder su estoica y fría compostura. Era algo digno de ver. Sin embargo, una mezcla de celos, envidia y malicia insidiosa brilló en los ojos de Ámber. Se sintió envidiosa, celosa y secretamente cruel. En el momento en que Flavio montó esa escena, ella había pasado a ser totalmente invisible, lo que activó aún más, sus insidiosos instintos de serpiente al acecho, anhelante de morder a su presa. Miró a Laly preguntando cómo matarla como a una presa atrapada. Pero cuando Laly volteó a mirarla, enseguida suavizó su expresión y le dibujo una insincera pero suave sonrisa.
Eidly Liz
(Series que enganchan por amarasleer.com)
(Series que enganchan por amarasleer.com)
Deja una respuesta