Capítulo XXXII: ¿Y si mi corazón sangra…?


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Capítulo XXXII: Final dramático para una velada perfecta

 

—¿Cómo supiste?

Era una pregunta que no tenía ni sujeto ni objeto, pero no era difícil descifrar lo que se preguntaba. Toda el aura que exudaba Flavio daba miedo: los ojos más oscuros, las venas abultadas y la voz más grave que de costumbre. No era un problema que terminaría afectando solo a Laly. Si ella no lo hubiese notado, habría ocurrido un desastre de proporciones inimaginables. Una vez más, al darse cuenta de la gravedad del asunto, Flavio se sintió más resentido con Beatrice.            Series que enganchan por amarasleer.com)

En el momento en que Laly iba a responder, ocurrió algo insólito que tomó por sorpresa a todos los que estaban en la sala.

—¡Plaf! Bofetada

—¡Tú, tú! ¿Cómo pudiste?

—¡Plaf! Bofetada

Todos miraron estupefactos como Ámber golpeaba a Beatrice sin darle tiempo de reaccionar. Ámber no dudó y una vez más la golpeó en la mejilla por tercera vez.

—¿Có-cómo pudiste hacerle esa jugada tan sucia a Flavio?

Nadie sabía que decir ante esa reacción impredecible. El ambiente en la sala se congeló.

Horas antes…

Los invitados estaban sentados en las mesas asignadas y el ambiente entre todos los presentes era amigable. Las damas elogiaron el detalle de los arreglos florales, pues tenía alguna conexión con sus raíces o cultura. En particular, las invitadas extranjeras agradecieron esa consideración.

La comida empezó a servirse, comenzando por las cremas y las ensaladas. Todos empezaron a comer, pero Ámber declinó cortésmente la crema y solo se sirvió ensalada. Sin embargo, tras varios minutos, aún no había tomado un solo bocado. Laly la observaba disimuladamente. A propósito, el puesto asignado de Ámber fue frente a Laly y  Flavio, compartiendo mesa con Lía, Domenico y su esposa. Y la persona asignada para servir en esa mesa no fue otra que Beatrice. Laly quería observar sus expresiones faciales.

—¡Esta crema está! Está… -empezó a decir el señor Domenico

Ámber revoloteó los ojos y la comisura de sus labios empezó a torcerse lentamente hacia arriba.

—¡Simplemente magistral! No tengo otra manera de describirlo

—¡Demasiado exquisito! ¿En realidad lo preparaste tú Laly?

—Sí

—¡Oh! Me tendrás que dar la receta. Esto está muy, muy bueno

En el momento que escuchó los halagos de Domenico y su esposa, se le congeló la sonrisa maliciosa a Ámber. Fue por fracciones de segundos, pero Laly no perdió ese detalle. También de vez en cuando observaba a Beatrice, pues esta le dirigía algunas veces miradas a Ámber con el mensaje: “espera un poco más”.

El tiempo transcurrió cómodamente y empezaron a servir los platos fuertes, sin embargo, todavía nada trágico había ocurrido. Beatrice no podía disimular su cara de perplejidad y ansiedad.

—”Qué extraño, aún no hay nadie con dolor de estómago. La medicina que compré es sumamente eficaz y vacié todo el frasco. Los estómagos más sensibles ya deberían sentir su efecto”.

Ámber cortó deliberadamente los filetes en un movimiento más lento que los demás y luego miró a las otras personas que se llevaban los trozos de carne a la boca.

—”Esto ¿cómo puede ser esto?” ¿Por qué no ha sucedido nada aún?

Ella juzgó la situación con una expresión de desconcierto. Si no fue en la crema… ¿sería entonces en la carne o las verduras donde se vació la medicina? ¿Será que entendió mal a Beatrice? Ahora no sabía qué debía o no comer.

—Ámber ¿qué pasa? ¿La comida no es de tu agrado? -preguntó Laly con una voz inocente- No has probado ninguno de los platos hasta los momentos

—¡Oh querida, deberías probar un poco! -sugirió la señora de Domenico- todo está muy, muy delicioso… ¿estás enferma?… ¿No te sientes bien? Tu tez no se ve bien

—Creo que iré un momento al baño, si me disculpan…

—Espera un momento -ordenó Laly

Ámber se detuvo un poco preocupada, creyendo que quizás Laly sospechaba de algo. Pero sus siguientes palabras la tranquilizaron

—Beatrice, deberías ir con Ámber por si necesita de tu ayuda

—Sí señora, la acompañaré

Ámber se había esforzado para que en la medida de lo posible no mostrar su frustración; así que se levantó y salió tranquilamente. Laly la miró con una mirada extraña.

—“¿Tanto querías derribarme? ¿Lo suficiente para sacar ese número irracional? Eres una persona aterradora”

—Una de las mejores cosas que tiene esa mujer, es que es asquerosamente buena para manejar sus expresiones faciales -le susurró Lía a Laly

—Sí, debería darle crédito a esa habilidad suya para manejar su expresión facial tan bien

Lía torció la boca y le susurró nuevamente a Laly:

—Lástima que no pusimos una en el baño. Será interesante esa conversación de ellas dos. No lo pensamos, lástima que perdimos esa oportunidad

—Está bien, no sería correcto expiar a nuestros invitados en el cuarto de baño

Finalmente, dos horas más tarde todo había transcurrido sin novedad. El ambiente había sido digno hasta el final. Los invitados se estaban retirando uno por uno, sin dejar de agradecer el esmero de los anfitriones por hacerlos sentir en casa.    Series que enganchan por amarasleer.com)

—Lo pasé realmente bien, muchísimas gracias

—Flavio no dejes de llamar. Estoy interesado en tu propuesta

—Seguro, es un hecho. Estaremos en contacto

Laly miró orgullosa a su esposo. Sabía que de esta reunión nuevos  acuerdos comerciales habían surgido y otros se habían consolidado. En el momento que ella lo estaba mirando, él giro a mirarla… fue ese momento… hubo conexión, sin habla, sin palabras, solo con miradas.

Finalmente, Flavio se acercó y le dijo al oído: “lo hiciste muy bien”. Las comisuras de la boca de Flavio no pudieron evitar curvarse hacia arriba formando una sonrisa. Una dulce sonrisa se dibujó en su rostro. Era como un sol cálido brillando sobre un lago en pleno anochecer. Era raro ver a Flavio sonriendo con tanta dulzura, como de raro ver el sol brillante en plena noche. Pero así estaba sucediendo. El rostro de Laly inmediatamente se puso ligeramente rojo.                  Series que enganchan por amarasleer.com)

Tras Laly agradecer y despedir a los músicos, fue el turno para el abuelo Gian Marco entrar en escena con el papel que se le había asignado. Invitó a los que habían quedado: Laly y compañía, Luke, Amber (que, por cierto, a ella no la dejaron irse) y Beatrice a la sala.

—Mi nieto Lorenzo es un video aficionado y sacó tras cámara de todos los preparativos para este evento tan importante. Me entregó el video, me gustaría que lo viéramos mientras disfrutamos de un buen vino

Flavio frunció la cara; todo lo que tenía que ver con Lorenzo le causaba cierta incomodidad, pero como Laly lo instaba a sentarse y le había comentado que Lorenzo  ayudó mucho con los preparativos, accedió a quedarse un ratico.

El abuelo puso el video; algunas partes causaban risa por las locuras de Laly y algunos eventos muy ocurrentes de Lía, Lorenzo e incluso el abuelo.

—¿Y cuándo fue eso? -preguntó Flavio señalando una escena en donde todos tenía harina en la cara- ¡No puedo creer que hasta el abuelo participó en llenarse de harina!

—Pues conoce mejor a tu abuelo. ¡Mira cómo me bañó de harina! ¡Fue una verdadera guerra!

Flavio se quedó sorprendido. No conocía ese lado juguetón de su abuelo. Pero lo que más le calentó el alma (en el sentido positivo, como el suave calor del sol al amanecer) fue notar la conexión entre los cuatro: el abuelo, Laly, Lía y Lorenzo. Eso es lo que se llamaba familia, algo que él había olvidado y perdido hace mucho tiempo, y que solo en este preciso momento se dio cuenta que le faltaba y que lo anhelaba.

—¡Ah Flavio! Esto fue hoy. Lorenzo nos perseguía con la cámara a todas partes, mira la cara de Lía… ¿no es gracioso?

Ámber estaba a punto de vomitar ante tantas escenas de armonía familiar. Su frustración necesitaba desahogo y para eso necesitaba retirarse prontamente. Estaba como un volcán a punto de hacer erupción. Cuando fue al baño horas antes, Beatrice le aseguró que si bien es cierto que los efectos de la medicina no se habían sentido de inmediato, en una hora a más tardar algunos de los invitados empezarían a mostrar síntomas. Pero todo transcurrió con normalidad hasta el final. ¿Qué rayos había sucedido?.       (Series que enganchan por amarasleer.com)

Estaba realmente hosca, por eso decidió retirarse, pero en el momento que estaba a punto de decir que se ausentaría, se trasmitió la escena de la cocina. Y como si fuera por acuerdo tácito, todos en la sala dejaron de conversar. Algo se sentía extraño. Ya no era Lorenzo que estaba grabando. Se vio claramente como Beatrice entró en la cocina, destapó la olla de la crema y vertió un frasco completo ahí. Tras removerlo, lo volvió a tapar y empezó a buscar y mirar alrededor, pero en ese momento llegó Lorenzo y la sacó de allí. Fin de la grabación.

Todos miraron fijamente a la petrificada Beatrice. Y como si de una realidad virtual se tratara, el ambiente se ralentizó, hasta que Laly abrió la boca y todos volvieron a la realidad.

—En realidad la escena que acaban de ver no se grabó por casualidad. Yo le pedí a Lorenzo que instalara una mini cámara en la cocina. En el momento que la señora Beatrice hizo eso, yo la estaba observando en mi habitación. También, como me anticipé a ese acontecimiento, previamente  había mandado a retirar toda la comida elaborada al jardín y tenía las cremas preparadas de reserva en la casa del abuelo, y fueron las que se sirvieron. Esa olla de crema que la señora Beatrice adulteró en realidad era un cebo

Todos los presentes quedaron conmocionados. Tras una breve pausa, Laly continuó:

—Caso contrario, si no me hubiera anticipado a los acontecimientos, no quiero imaginar los resultados. Y ahora, la señora Beatrice debe explicar que vació en esa crema, porque si era veneno…

—¡No! ¡Por supuesto que no! -gritó Beatrice sudando muchísimo con su cara distorsionada

—Entonces ¿qué vaciaste en la crema?

—¡Realmente no era veneno!

—De todas maneras, este video debe ser entregado a las autoridades para que ellos hagan la investigación pertinente, pues se trata de la seguridad de muchas personas

—¡No, yo! En realidad, fue…

—¿Cómo supiste?

El tono de voz de Flavio cortó como si fuera un cuchillo el aire y sus ojos, estaban encendidos y brillaban como los ojos de un animal en la oscuridad, por lo que la sensación de intimidación abrumaba a todos los presentes.

—Semanas antes, sin querer me enteré porque…

—¡Plaf! Bofetada

Sin que nadie lo anticipara, Ámber se había levantado de su asiento y le propinó tres bofetadas a Beatrice. Le gritó cuantas cosas se le ocurrieron y luego con lágrimas en los ojos le pidió perdón a Flavio.

—¡Jamás me imaginé que esta desvergonzada idearía un plan tan malvado, simplemente porque no acepta a Laly! Varias veces ella me comentó de su malestar, pero le expliqué una y otra vez que la decisión de Flavio debíamos respetarla. ¿Imaginas las graves consecuencias que traerá todo esto? ¿Y yo? ¿Cómo quedo yo? ¡Fui yo quién te recomendó para trabajar con Flavio! ¡Oh, me siento realmente avergonzada!

—Pero señorita Ámber usted fue quién…

—¡Cállate! ¡No te atrevas a seguir hablando! ¡Recuerda cuánto le debes a nuestra familia! ¿Y lo pagas de esa manera, avergonzándome? ¿No sientes vergüenza al demostrar tanta ingratitud? ¿Y hacer daño a mí, a mi familia y a Flavio? ¿Crees que puedas defenderte en momentos así? ¿No crees que esto será peor para ti?

—Disculpa Amber, pero creo que deberíamos escuchar lo que Beatrice tenga que decir. No sé porque todo esto me suena a una amenaza para impedir que ella hable. Estás montando una escena de actriz barato

En ese momento Luke se llevó la mano a la boca para evitar que se le escapara una risita.

—¿Amenaza Laly? ¿Escena dices? Como no estás en mi lugar no entiendes el terrible bochorno que estoy sintiendo en estos momentos hacia Flavio

—No sé si tú eres capaz de sentir bochorno o no, pero considero que ya hablaste lo suficiente. Ahora, deseo escuchar lo que Beatrice tenga que decir, pues eso de que ella armó todo esto por sí misma hasta el punto de incriminarse porque no está de acuerdo con mi matrimonio con Flavio, para mí no tiene mucho sentido

—Apoyo el comentario de Laly -respondió Lía- ¿Acaso la señora Beatrice tiene sentimientos románticos por Flavio e ideó este plan para perjudicar a Laly? ¡Eso es absurdo!

—Más que absurdo -continuó Laly- decir que Beatrice fue la mente maestra de este plan porque simplemente alberga malos motivos hacia mí, es una burla a la inteligencia. Así que Beatrice, hable. Es mejor que hables aquí, que en la estación de policía

Ámber al notar que todas las posibles salidas estaban cerradas y que la única puerta que quedaba abierta era el camino que conducía al lodo, decidió recorrer por él, mejor dicho, arrastrarse por él, aunque eso significara perder su dignidad. Pero por los momentos estaba bien, con tal de obtener un breve tiempo para reajustar las piezas del juego. Así que jadeó como si estuviera a punto de romper a llorar:

—Yo… yo, Flavio…

—¿Qué tienes Ámber? -preguntó Flavio cuando ella se apoyó en él

—Yo… yo… me estoy sintiendo…

Y Ámber se desplomó encima de Flavio

—¿Es en serio? -preguntó Lía

Y este fue el final dramático para una velada perfecta.   Series que enganchan por amarasleer.com)

(Fin de la Primera Temporada)

 

Eidly Liz: Gracias por acompañarnos hasta aquí. A todos los lectores que nos han escrito al webmail comentando que les fascina esta historia y pidiendo más capítulos ¡muchísimas gracias!. Iremos a una semana y algo de pausa y pronto volveremos con más capítulos por semana😉 

 

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Una respuesta a «Capítulo XXXII: ¿Y si mi corazón sangra…?»

  1. Avatar de Evelyn
    Evelyn

    Me encanta el desarrollo de esta historia. Espero las próximas entregas 🤗

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